De acuerdo con el historiador Jose Manuel Groot, entre las devociones más antiguas de la Arquidiócesis de Bogota se encuentra la de Jesús Crucificado de Ubate. El cual, a través del tiempo, ha fomentado la piedad de los fieles y a mediados de siglo XVIII contribuyo a la conversión de infieles. Este Cristo fue hecho para la iglesia de Ubate por un platero llamado Diego de Tapia de quien dicen era ignorante en la escultura. El diseño quedo fachoso y mal hecho y no mereció aprecio alguno ni el establecimiento de una locución particular. En ese entonces las disposiciones de la iglesia mandaban a los prelados a remover las imágenes imperfectas o deformes que no inspiraran veneración. El extraño Cristo estaba destinado a ser destruido. Sin embargo, una piadosa mujer noto que la escultura se empezó a transformar, mostrando las heridas de la crucifixión y sus padecimientos. En diciembre de 1639 tres oficiales mientras contemplaban la imagen se dieron cuenta que la imagen estaba sudando en el pecho rostro y codos. Los oficiales le notificaron al Padre Fray Rafael de la Serna el cual, no tenia inclinaciones hacia la alucinación o lo maravilloso debido a sus estudios. El padre le reconoció un lugar en la Basílica y desde ese entonces es venerado por los fieles ubatenses y visitantes. Se dice que mientras se demuestre piedad al rezar, el Santo Cristo de Ubate concede milagros. De hay que los católicos de la región le rindan tan fervorosa devoción.
En Ubate, hasta los perritos tienen un lugar en la Basilica. |
Por otro lado se encuentra la capilla de Santa Bárbara, la cual cobra
importancia en Semana Santa por que es el destino final de la
peregrinacion de los fieles siguiendo las estaciones del víacrucis. En
adicion, al rederor de la provincia de Ubate también se encuentran
diversas iglesias y capillas que exhiben distintos santos de devoción.
Las cuales, además de su significado religioso tienen un significado
artístico digno de admiracion.
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